Resumen de Predicting the impact of ocean acidification on benthic biodiversity: What can animal physiology tell us? by Sthephen Widdicombe, John I. Spicer
Debido a la
revolución industrial la concentración de CO2 en la atmósfera aumentó
considerablemente (280ppm-380ppm) y el CO2 emitido en los últimos
250 años ha sido absorbido por los océanos de mundo.
Gracias al
sistema tampón fosfato se mantuvo el pH del océano entre 8-8,3 en los últimos
25 años pero a medida que aumentaba la industria el pH cayó 0,1 unidades (un
aumento del 30% en la concentración de iones H+) es lo que se conoce
como ``Acidificación de los océano´´.
En la actualidad
el aumento de la quema de combustibles fósiles y la fabricación de cemento ha
producido una acidificación mucho mayor que en todos los años anteriores y esto
ha causado un incremento en la hipercapnia.
Se cree que
estas predicciones cambiaran la química del carbono del agua de mar teniendo un
impacto enorme sobre la salud y la función de muchos organismos marinos y que
la acidificación del océano reducirá la biodiversidad marina.
Ya que el
ambiente bentónico tiene una gran importancia debido a su biodiversidad, se ha considerado
si la acidificación del océano podría reducir la biodiversidad bentónica ya que
una reducción de esta biodiversidad podría cambiar el ciclo del carbono y del
nitrógeno.
Actualmente no
hay muchos datos que determinen el impacto que podría producir la acidificación
en la biodiversidad bentónica pero se cree que podría reducirse de diferentes
formas:
·
Perdida
de las especies que son sensibles a cambios en el pH.
·
La
acidificación puede reducir también la diversidad taxonómica, debido a la mayor
sensibilidad que presentan unos organismos frente a otros.
·
La
pérdida de especie crítica, o una reducción de su actividad.
Debido a esto,
está claro que los niveles altos de CO2 en el medio marino tienen un
impacto en la salud, función y actividad de muchos invertebrados bentónicos.
Hay datos
generados por fisiólogos que han utilizado la exposición a valores altos de
presión parcial de CO2 (PCO2) y han demostrado que el
crecimiento y componentes del crecimiento (síntesis de proteínas) puede afectar
de forma negativa la exposición a largo plazo a la hipercapnia en por ejemplo moluscos
bivalvos y crustáceos.
Si exponemos al
copépodo Acartia steueri a la
hipercapnia en agua de mar de pH 6,8 se produce una disminución de la
producción de huevos; en otros experimentos se realizó la exposición de Acipenser transmontanus a PCO2=
1kPa y resulto que se produjo una reducción significativa en el pH del semen.
Se podría decir
que a un pH de menos 7,5 la mortalidad de los espermatozoides se ve afectada.
Realizando
experimentos sobre la acidificación del
océano y el calentamiento progresivo sobre cangrejo comestible Cancer pagurus, se ha descubierto que se
producía una hipercapnia relacionada con la reducción de la temperatura en esta
especie.
Estudios
recientes de los fondos marinos sobre el Cangrejo
tanner mostró una compensación
parcial de la acidosis extracelular cuando se exponía a la hipercapnia pero
cuando la hipercapnia se agravaba por la hipoxia no se detectó compensación.
Los efectos
combinados de la hipercapnia y la hipoxia en la ostra Crassostrea virginica produjo una reducción de los mecanismos de
defensa celular, también mostraron una reducción en la respuesta inmune de Mytilus edulis cuando se expone a
elevados niveles de CO2, debido a esto hoy en día se debate si los
organismos serán capaces de adaptarse o evolucionar en respuesta a cambios
químicos del agua del mar, con la suficiente
rapidez como para mantener el ritmos al que cambia el fondo ambiental.
Otro debate
abierto es que tanto los fisiólogos como ecologistas utilizan de forma poco
acertada en ocasiones la palabra ``adaptarse´´ ya que hay individuos que para
responder a cambios en su entorno lo que realizan es una aclimatación, y hay
algunas evidencias de este hecho en organismos que son expuestos a la
hipercapnia, como por ejemplo experimentos a corto plazo sobre el efecto de la
hipercapnia en la mortalidad de juveniles de Sillago japonica que mostró un aumento de normocapnia de 7-9% aproximadamente en CO2
como resultado se produjo la mortalidad total en los primeros 15 minutos, mientras que después de una
exposición paso a paso los individuos seguían con vida después de 18 horas;
pero por ejemplo en copépodos la exposición gradual a la hipercapnia no produjo
ninguna diferencia en los índices de mortalidad.
En concreto nos
gustaría saber que ocurriría con la acidificación creciente del océano en un
periodo de 10-100 años aunque no se conozca ninguna investigación actualmente.
Hay algún estudio de evolución en respuesta al calentamiento climático global
como hipótesis de que la sensibilidad térmica de algunas especies les impide
adaptarse a temperaturas variables; esto fue probado en Drosophila melanogaster, donde se observaron diferencias evolutivas
con relación a la temperatura en menos de 4 años y medio.
Otra cuestión
es, si la acidificación del océano puede afectar a la diversidad taxonómica,
primero tendríamos que saber qué grado de sensibilidad a la acidificación está
relacionado con su filogenia. Los animales acuáticos que poseen branquias regulan
el grado en que esas branquias son ventiladas en respuesta a diferencias en
ambientes de O2 y no de CO2.
Se observaron
los picos de CO2 en la función respiratoria y esto puede permitir
que veamos una relación entre la filogenia y la sensibilidad a la acidificación
del océano.
La hipercapnia
por ejemplo aumenta los latidos de los pleópodos y los movimientos respiratorios
del pulpo, sin embargo no influyó en el riego de las branquias de la lapa Balanus balanoides por lo que podemos
deducir que no son evidentes las diferencias en la sensibilidad de las especies
a la hipercapnia.
El grado al cual
un organismo puede alcanzar la compensación de pH ante el aumento de niveles de
CO2 podría ofrecer otro método de diferenciación en la sensibilidad
frente a la hipercapnia entre grupos taxonómicos. La hipercapnia relacionada
con la disminución en el pH intracelular parece estar casi totalmente
compensada a las 24-48 horas en una amplia gama de invertebrados marinos,por el
contrario es atípico lo que les ocurre tanto a la sepia Sepia officinalis como el pez que son capaces del mantenimiento de
su pH extracelular en condiciones de hipercapnia,y muestran cerca de la
compensación completa.
Pero todavía hoy
en día no existe alguna prueba fisiología que demuestre que esta sensibilidad
podría depender de la filogenia de un organismo. Si hay un elemento
filogenético a la sensibilidad, parece más probable que tenga que ver con el
equilibrio extracelular acido-base y/o pigmentos respiratorios. Hay una gran
diferencia en las respuestas acido-base en relación a las especies de aguas
poco profundas, ya que los animales de aguas poco profundas carecen de la
capacidad de regulación acido-base para hacer frente a la exposición hipercapnica
y por eso el secuestro de CO2 sería más perjudicial para la fauna de
aguas profundas.
Otra división
biológica es que los organismos bentónicos también han demostrado ser
susceptibles a la hipercapnia. Se sabe muy poco sobre las capacidades de la
infauna bentónica pero se conoce que algunos organismos infaunales experimentan
de forma natural condiciones de hipoxia e hipercapnia.
Por otro lado
las especies calcificantes tiene también mayor riesgo de sufrir los efectos de
la acidificación que las no calcificantes ya que las especies calcificantes
utilizan CO2 para crear estructuras o esqueletos carbonados y si se
acidifica el medio cambia la concentración de CO2 presente en el
agua y esto les afectaría mas que a las no calcificantes.
Por lo que debemos asumir hoy en día que la
perdida de especies será muy probablemente determinada para cada especie y por
lo tanto, los impactos sobre la riqueza de especies y las medidas de claridad
taxonómica serán muy difíciles de predecir; sin nuevos estudios, no se podrá
determinar qué impacto causara la acidificación sobre la fisiología de los
organismos marinos.
Astrid Villacorta Hernando -3ºGrado de biologia UPV